HISTORIA

La historia de Candy comienza a orillas del lago Michigan en Norteamerica, a finales del siglo XIX. Durante una fría noche del año 1898, Candy y Annie son abandonadas el mismo dia en las puertas del Hogar de Pony, un orfanato situado en las montañas cerca del lago. Ambas niñas son recogidas por la Señorita Pony y la hermana María, maestras y encargadas del lugar, y son criadas como si fuesen hermanas de sangre, viviendo felices con todos los otros chicos del Hogar.

Al pasar 10 años, Annie es adoptada por una familia rica, teniendo que separarse de Candy pero a pesar de la distancia, se comunican por carta hasta que un día Annie le escribe la última carta, pues su madre adoptiva se lo ha prohibido. Al leer la carta, Candy se pone muy triste y de pronto, aparece ante sus ojos un muchacho rubio vestido con un kilt y tocando una gaita. El chico captura la atención de Candy y le hace olvidar su tristeza, pero el muchacho desaparece repentinamente cuando ella se descuida por un instante y Candy decide llamarlo "El Príncipe de la Colina".

Poco después Candy es adoptada por Los Leegan, una familia aristócrata y egoista, quienes la tienen en su casa en condición de sirvienta. Elisa y Neil, los dos hijos de Los Leegan, desprecian a Candy y la hacen sufrir muchas humillaciones. Afortunadamente Candy conoce a sus nuevos vecinos, tres chicos que le cambian la vida: Stir y Archie, quienes son hermanos y su primo Anthony, un chico tierno y generoso que gusta mucho de Candy. Ellos son miembros de la familia Andley, emparentada con los Leegan pero sin duda una familia mas distinguida. Candy encuentra en ellos ayuda, alegria y amistad. Además de ellos tres también conoce a Albert, un misterioso vagabundo que vive en el bosque rodeado de animales. Los tres chicos logran que Candy sea adoptada por los Andley y la llevan a vivir a su mansion, donde la Tía Abuela les impone estrictas normas de disciplina, tratando de controlar sus travesuras. Anthony y Candy se enamoran aunque son muy chicos y pasan lindos momentos juntos hasta que una tarde de otoño, durante un evento de cacería, Anthony cae de su caballo y muere. Tras este evento trágico, Candy cae en una profunda tristeza, pero por órdenes del abuelo William, patriarca de los Andley, Candy es enviada a estudiar a Inglaterra junto con Stir, Archie, Elisa y Neil.

Corren los primeros meses del año 1913 y Candy tiene ya 14 años. Con la ilusión de convertirse en una dama, Candy parte en barco hacia el viejo continente y en una fría noche de espesa neblina conoce en la cubierta del barco a un muchacho llamado Terry Grandchester, hijo de un duque inglés. Ya en Londres, Candy descubre que Terry estudia en el mismo colegio y aunque al principio le parece un chico malcriado e insolente, con el tiempo ambos se conocen mejor. Candy comprende que Terry a pesar de su rudeza, sus conflictos internos y su aparente frialdad, es un muchacho de buenos sentimientos y tierno corazón que sólo busca encontrarse a sí mismo; Terry por su parte, encuentra en Candy una chica traviesa, alegre y juguetona pero que tambien posee una alma pura, noble y bondadosa, siempre buscando hacer felices a sus seres queridos.

En el colegio, Candy inicia una amistad con Patty, una tímida chica de lentes; allí también se reencuentra con Annie y Albert también está en Londres trabajando en un zoológico por sus animales. Desafortunadamente, Elisa y Neil no pierden oportunidad alguna para ocasionarle problemas a Candy en el colegio. Durante esta temporada, Annie y Archie inician su noviazgo, al igual que Patty y Stir. Por su parte, Candy y Terry comienzan a gustarse, aunque ambos se esfuerzan por demostrar todo lo contrario. Durante las vacaciones de verano, logran pasar más tiempo juntos y los sentimientos de Candy y Terry se hacen más evidentes. Finalmente Terry le roba un beso Candy, pero ella en vez de interpretarlo como una declaración de amor, lo toma como una burla. La realidad es otra, pero Candy no lo descubre sino hasta después de una separación repentina e inesperada en el colegio, a causa de una trampa de Elisa.
Para evitar la segura expulsión de Candy, que además pone en peligro su adopción con los Andley, Terry decide abandonar el colegio e irse a América. Candy por fin comprende que los sentimientos de Terry son puros, pero ya es demasiado tarde pues Terry se ha marchado. Candy trata de ser positiva y se queda en el colegio para hacer valer el sacrificio de Terry, pero el incidente le cambia su forma de pensar sobre el ser una dama falsa como Elisa y decide irse de regreso a América. Después de un penoso viaje pues viaja sin dinero, Candy logra regresar al Hogar de Pony. El invierno transcurre y con el paso de los meses, Candy decide viajar a la ciudad para estudiar enfermería

Poco después de empezar sus estudios en la primavera de 1914, Candy y otras estudiantes de enfermería son elegidas para ser trasladadas al hospital más grande de Chicago. En el mes de mayo, Candy cumple 16 años y se reencuentra con Stir, Archie, Annie y Patty, quienes han vuelto a América debido a la Primera Guerra Mundial que estalla en Europa. Al pasar del tiempo, Candy se entera de que Terry (quien se encontraba en Nueva York estudiando arte dramático) está realizando una gira por varias ciudades con la obra "El Rey Lear" de Shakespeare y estará en Chicago. Llega el día y tras una busqueda incesante de el uno al otro, Candy y Terry logran verse por pocos segundos mientras Terry parte en tren hacia otra ciudad. Desde entonces, ambos comienzan a escribirse cartas, con la esperanza de volver a verse y hacer una vida juntos.

Mientras tanto, Candy se gradua de enfermera y se reencuentra con Albert, quien debido a un accidente que le hizo perder la memoria, va a parar al hospital donde trabaja Candy. Al pasar el tiempo, Terry invita a Candy a Nueva York para el estreno de su primer papel protagónico y la pareja se reencuentra. Aqui el destino les juega una mala pasada pues a pesar de que ambos estan profundamente enamorados, se ven obligados a romper su noviazgo debido a que Susana, una actriz compañera de Terry, queda lisiada en medio de un accidente por tratar de salvarle la vida a él. La separación es muy dura para ambos y Candy regresa a Chicago con el corazón roto.

Al llegar a Chicago, Candy se se entera que Stir se ha ido a Francia para enlistarse como voluntario en la guerra. Buscando un cambio en su vida, Candy decide aceptar ser enfermera en una pequeña clínica rural en el oeste del país. Después de un tiempo, Candy regresa a Chicago y sigue viviendo con Albert. El, quien ya había recuperado la memoria pero aún no lo había dicho, se encuentra de casualidad con Terry en un bar. Terry esta deprimido vagando por Chicago pues no logra enfrentarse al dolor de la separación con Candy. Albert aconseja a Terry y lo lleva a ver a Candy desde lejos; con esto Terry reune las fuerzas suficientes para resignarse y continuar su vida con Susana.

Poco después, Stir muere en la guerra al ser derribado su avión. Después del funeral, Candy por fin conoce al misterioso abuelo William, quien resulta ser nada menos que el propio Albert y descubre además que Albert es también el mismo chico que una vez vió en la colina de Pony, vestido con atuendo escocés y tocando la gaita: El Príncipe de la Colina. Al final de la historia, vemos a Candy rodeada des sus amigos en el Hogar de Pony, sonriente y dichosa.

Candy Candy



Hace más de treinta años nació en la pantallas japonesas Candy Candy. Se inició en 1975 como un manga diseñado por Yumiko Igarashi. Pero fue el 1 de Octubre del año siguiente que los Estudios Toei llevaron a la televisión a esta dulce y traviesa niña llamada Candy White.

Kioko Misuki, creadora de la historia original, obtuvo la inspiración en Anne of Green Gables. La banda sonora estuvo a cargo de Takeo Watanabe, y la voz de Candy para la versión de Latinoamérica fue hecha por Cecilia Gispert en los estudios Phonalex de Argentina. Este dibujo animado se a repetido innumerables veces en Chile, Venezuela, México, Perú, así como en Norteamérica y Europa. Fue el primer anime censurado en Francia y Canadá a principios de los ochenta: en estos países, los capítulos de la muerte de Anthony, el primer amor de Candy, fueron cortados, pues se creía que podían causar traumas en el público infantil.

La historia presenta a una niña abandonada en un hogar para niños huérfanos en Chicago. Luego de unos años, ella es adoptada por una familia millonaria llamada Andley. Se suman a la historia el tierno Anthony, su gran amiga de la infancia Annie Britter, Stir y Archie Cornwell y los malvados Neal y Elisa Legan. Mención aparte merece Terry Grandchester, personaje que se convertiría en el verdadero amor de la protagonista y en el ideal de hombre de miles de jovencitas que lloriqueaban al frente del televisor.


Sin embargo, pocos saben que Terruce Greum Grandchester y Candice White Andley (qué nombrecitos, ¿eh?) tienen una ficha de datos personales publicada por Kioko Misuki en la revista Nakayoshi en junio de 1977. En esta ficha figura que Candy nació el 7 de mayo de 1898, mide 1.55 cm, tiene ojos verdes, cabello rubio rojizo y su color favorito es el rojo. Terry nació el 28 de enero de 1897, hijo legítimo de un duque y una actriz de Broadway (¿quién? no se sabe). Mide 1.75 cm, ojos azul verdoso, cabello marrón y su color preferido es el negro.


El final de la serie de 115 capítulos no fue tan gratificante para la mayoría de sus fanáticos. Después de descubrir que Albert era el tío abuelo de William y su príncipe de la colina, Candy regresa a vivir al Hogar de Pony. Y el pobre Terry se quedaba con Susana, aunque en el fondo seguía amando a Candy.

Los italianos hicieron una continuación "no oficial" del manga o cómic para su mercado. En esta secuela, Candy se casaba con Albert y se iba con él a África para construir un hospital. Él moría tres años después. Mientras tanto, Susana, dándose cuenta de que Terry nunca llegaría a olvidar a Candy, lo dejaba y él iba a buscarla. Candy y Terry se casaban, y tenían un hijo al que Elisa trataba de raptar, aunque al final se quedan todos juntos y felices. Final bastante novelesco que, pese a todo, agotó las copias existentes.
Miles de fans pidieron una versión oficial que continúe la serie animada, pero problemas legales lo impidieron. Hace diez años, Misuki, junto con la compañía que produjo la serie animada, entró en disputa por los derechos de autor con Igarashi y la casa editora que publicó la historieta. Este suceso a hecho que se paralice el trademark de "CANDY CANDY"®. Esperemos que algún día se resuelva el conflicto y que podamos ver al fin a Candy y Terry juntos. Quien sabe, de repente se podría llevar esta historia al cine, así podríamos ver en carne y hueso aquellas escenas del baile de disfraces en el Festival de Mayo, revivir el beso de Escocia durante las vacaciones de verano del Colegio San Pablo o la imborrable escena del abrazo al final de la escalera cuando Terry y Candy deciden separarse. Por el momento nos conformamos con una continuación de la serie animada. Sigamos esperando; bien vale la pena hacerlo.